Hay luna llena roja en Doha. Sentada en un café al aire libre inhalo el dulce olor de la shisa. Que lejos estamos de aquél pequeño punto de partida. Nos conocimos en un entrañable y pequeño pueblo costero de Cataluña. Fue en ese rincón donde él se asomó a mi vida y quién es él? Pues no lo se todavía, pero lo que si que es cierto es que nunca he tenido una vida amorosa aburrida. Él serbia bolas de helado, yo personalmente, no se muy bien que es lo que hacía...deambular con el alma descalza por la vida.
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