sábado, 31 de marzo de 2012

MEHMET'S NOON CRIMES

Nervous candle light dances,  
The itch for intimacy blooms,
We galvanize our young desires,
The night inks between words of June’s perfume.
Cat shaped eyes,
My unknown life is lost on a tram too,
Amber red is the half curved Turkish moon…
A plum cut in odd shapes,
My fragile anatomy infused,
Pomegranates and lips filled with wanting,
I have someone to sooth,
My pearled teeth crush pistachio nuts,
I long for Istanbul

CINAMON LENS




Never moonless,
His delicate nerves look for war in youth
The privilege of his fire defrosts my apathy
He invites desire’s cults.

A camera hangs from his ivory neck
He is ready to make history go loose
Trembled beauty he says to me,
One simple shot or two…

I'm dancing with bohemia
London underground limbo,
Wild scent of spice and wood.

domingo, 25 de marzo de 2012

La realidad subjetiva y la realidad objetiva van de la mano?

No es  tan complicado esto de las relaciones humanas. Lo mío tiene que ver simplemente con estados de animo, afectan mi analisis de la realidad.  Que sería la vida sin esa intensidad? Prefiero mil veces la extravagancia del fuego con toda la erosion de su pasión que la paralisis del miedo y su vacio.

jueves, 22 de marzo de 2012

ARROZ FRAGANTE





 Alguna vez has contado granos de arroz? Me hace pensar en la lluvia, en la cosecha, en los tierno verdor de las laderas, en los arrozales y en las manos que siembran.  Mi fascinación por Asia creció en Inglaterra. Peter Pan. Mi puerta al mundo. Londres fue el gran bazar de mi vida. Fueron ocho intensos años de residencia. Mi laboratorio, mi universidad. Fue gracias a mis excéntricos trabajos que acabe enamorándome de un continente que desconocía y aun todavía desconozco. Tuve allí la única oportunidad de trabajar para aristocracia y realeza oriental.

Protocolos, cortesías, gastronomías, arte y cultura en general.
Fue una de las épocas más emblemáticas de mi vida. 
Sabía que aquello no iba a durar.
Aquello era un viaje fascinante por él nunca jamás.

 Jet privados, escolta, suites de ensueño, spas,
Cantos profundos, dátiles, albaricoques, melocotones y dátiles servidos en bandejas de oro,
Aquello no era una vida normal.

 Detrás de esa gran coordinadora y secretaria real había una artista inquieta y desordenada, una joven atrapada en una vida contemporánea sin vivacidad. Era tan solo una esclava más.  Ansiaba escribir y viajar. Tener tiempo para componer  mi vida. Extrañaba ser libre, no atender a horarios ni calendarios y con los años arriesgue mi seguridad.

Dejé mi trabajo, mi pareja y mi convencional funcionalidad para convertirme en Madame Butterfly.

Londres había sido una gran escuela no lo voy a negar pero no era el destino final,  ciudad de transición, un interesantísimo lugar para peregrinos contemporáneos  e intelectuales buscando una memorable oportunidad. Londres exhausto mi mente aunque no mi espíritu, nunca en realidad.

Nueve millones de habitantes perdidos en una vorágine de tendencias entre la hierba esponjosa e húmeda y las nubes magnéticas de la ciudad. Blake, Shakespeare, Turner y Oscar Wilde.

Vagabundos urbanos llenos de ideas vanguardistas, desamparados emocionales, emigrantes exóticos, expatriados buscando nuevos mundos, comerciantes, tiburones financieros, exitosos negociantes, personitas de alma grande buscando una autentica verdad. 

Londres fue mi brillante locura. Mi esposo. Me supo cuidar. Con los años me desenamoré. Fue un gran puerto y desde él, zarpé a alta mar.

 Siento a veces una nostalgia casi obsesiva y me peleo con la idea de volver, pero es imposible, el amor nunca fue algo racional. Le quiero y siempre le querré  pero la exuberancia espiritual se encuentra en otro lugar. Fueron largos los inviernos llenos de profundidad.

Noodles en Soho, Promiscuidad literaria en las librerías de tottenham court road, cine matiné  en Curzon, manzanas rojas en Covent Garden, teatro músical, noches largas de shisha en Marble arch.

 Samuel Johnson decía que quien se cansa de Londres está cansado de la vida ya, no hay que no pueda ofrecer esta ciudad. Quizá yo lo estaba, fueron ocho años intensos y necesitaba una alfombra mágica para poder volar.

Isla adictiva. Muchos de los que llegan nunca se van.
Comiendo arroz...que fragancia tiene el azar?